“Y creo que las cosas en familia deben hablarse, y deben saber algo por mi propia boca... "
Nació en santiago un 24 de agosto, pero a los 8 años en una audaz decisión partió rumbo al puerto (Caleta el Membrillo).
Durmió en la arena bajos los botes, conoció la pobreza y seguramente sufrió bastante, experiencia que más adelante le ayudaría a pasar otras adversidades.
Cuatro años pasaron y gracias a su parecido con Sara Montiel, comienza a interpretar su repertorio, al principio aplaudida solo por los pescadores, y luego como, en un cuento de Garcías Márquez, bajan del cerro a verla, incluso gente de Viña y de Santiago. Y entre estos un buen día apareció en su vida Paco Mairena, coreógrafo de la época, visionario y conocedor del talento, entusiasma a la Montiel chilena a probar suerte en los escenarios capitalinos.
Vuelve a Santiago, y tras algunas presentaciones en diferentes escenarios, se aúnan críticos artísticos y se forma un grupo que logra imponerse y presentarse en los más connotados teatros de la época, el famoso BLUE BALLET.
Vienen las giras por el país, y luego la consolidación de un sueño, emigrar.
Es así, viajan al extranjero y por casi 20 años recorren diferentes países en Europa mostrando su arte.
A comienzo de los 80' y desde Europa, continente en que quedo guardado su más público secreto, regresa a chile con otro apellido DUBOIS, tras contraer matrimonio con un buen mozo francés, Claude Dubios.
Luego de muchos esfuerzos y sin sabores logran traer a Chile un pedacito de Francia y nace un lugar que alberga la posibilidad de reencontrarse con la noche y la vaudeville santiaguino, exterminado cruel y despiadadamente por el régimen militar.
Tan segura estaba Candí Dubois de sus encantos femeninos, que quizas experimentaba un secreto placer cuando percibía que alguien, inútilmente, buscaba pruebas para delatar su mítico pasado de travesti. Ella nunca se encargo de negarlo, no le merecía la pena. Más bien lo utilizaba a su favor: sabia que esa curiosidad morbosa era el mejor ingrediente del misterio que ella misma se había encargado de crear. "Mientras más oscuro es el pasado de una mujer, más interesante se vuelve".
La Candy que volvió de Paris es una mujer culta. Dominaba el ingles, el francés, el alemán y el italiano; había leído a Proust, a Stanislvsky y a todos los escritores rusos. Adoraba las biografías y memorizaba los detalles que convertían en seres excepcionales, a los personajes de novela.
La Candy Dubois, la vedette, que alguna vez fue hombre (supuestamente), la mujer a quien el grupo La ley dedicó la canción "Fausto" ("esa que vez es el/ esa que vez es ella", dice el tema), y ocupo el movimiento de sus curvas como figura central de una parte en el espectáculo del Festival de Viña, en el año 95'.
La dueña y culta anfitriona del Restauran "Le Trianon" la Femme fatales envuelta en plumas de colores, autora de aquella frase " Todas las mujeres somos enemigas".
Su participación en un video clip de Los Tres en que representaba a una maquilladora frenética, marco la llegada de la Candy a la televisión, poder que siempre había anhelado. Incluso canto en Hyatt, frente a una encopetada audiencia de señoras y caballeros pudientes que aplaudieron fascinados por este lujo exótico, con el grupo Los Chancho en Piedra grabo el video Guashiperry. Fue invitada a programas como Cóctel, Escrúpulo y Revolver, la entrevisto el doctor Daiber, apareció en el canal Rock and Pop y en revistas top.
También comenzaron a invitarla a toda clase de eventos en Casa piedra, un desfile de peinados en el Centro cultural Estación Mapocho, en un fiesta del jet set en la Ex-Oz, en todas parte lanzo un par de irreverencias dejando a todos perplejos.
Creo que sus máximos momentos de felicidad, eran sobre el escenario, donde se entregaba por entera, ahí era Vísceral al máximo, celosa de cualquier posible sombra, era muy difícil de hacérsela, ella se encargaba, luchaba con dientes y uñas...... y lo lograba.
Ahí en este lugar, una noche decidió desnudarse y con algunas de mira compartió con su publico, otro de sus secretos y dijo textual" y creo que las cosas en familia deben hablarse, y deben saber algo por mi propia boca. En estos momentos estoy atravesando algo muy terrible en mi vida, nunca pensé que tendría que explicárselo a mi gente. A raíz de un quiste en un brazo fui al medico, y me dijo que tengo cáncer linfático. Comencé a hacer mi quimioterapia y a lo mejor por un tiempo me voy a desaparecer". Y así fue.
Dejo los escenarios de este mundo, para debutar en un escenario infinito del mas allá. Alguien me dijo "la vieja fue diva de grandes escenarios hasta el ultimo." mostrándole la impresionante Basílica que abrió sus puertas para acogerla a ella y tan "especiales" amigos, muchos de ellos acudieron a despedirla.
Muchos artitas y poca familia, talvez el precio de nuestra alternativa de amar, muchos transformistas, casi todos presentes, con la cara limpia, dejando traslucir la huella del oficio, dejando de lado algunas rivalidades con los ojos tristes y vidriosos, como diciendo con angustia gracias por lo que me enseñaste y pude aprender al verte, haz sido una gran maestra, por que ella pasaba y dejaba una estela de admiración, nadie como ella sabia usar y sacar partido a los elementos, como una capa, una boa, la cola de un vestido o simplemente el guiño de un ojo....
Fuiste escuela y universidad en lo tuyo y a los sones de Alfonsina y el mar, emanados de una flauta traversa, y con un constante y espontáneos aplausos fue entrando el féretro cubierto con "aquella" capa plateada al crematorio, cerrándose junto con la puerta un capitulo en la vida de un gran personaje, que fue ejemplo de superación y constancia en lo artístico y musa inspiradora de muchos talentosos artistas y creadores del país.
Nació en santiago un 24 de agosto, pero a los 8 años en una audaz decisión partió rumbo al puerto (Caleta el Membrillo).
Durmió en la arena bajos los botes, conoció la pobreza y seguramente sufrió bastante, experiencia que más adelante le ayudaría a pasar otras adversidades.
Cuatro años pasaron y gracias a su parecido con Sara Montiel, comienza a interpretar su repertorio, al principio aplaudida solo por los pescadores, y luego como, en un cuento de Garcías Márquez, bajan del cerro a verla, incluso gente de Viña y de Santiago. Y entre estos un buen día apareció en su vida Paco Mairena, coreógrafo de la época, visionario y conocedor del talento, entusiasma a la Montiel chilena a probar suerte en los escenarios capitalinos.
Vuelve a Santiago, y tras algunas presentaciones en diferentes escenarios, se aúnan críticos artísticos y se forma un grupo que logra imponerse y presentarse en los más connotados teatros de la época, el famoso BLUE BALLET.
Vienen las giras por el país, y luego la consolidación de un sueño, emigrar.
Es así, viajan al extranjero y por casi 20 años recorren diferentes países en Europa mostrando su arte.
A comienzo de los 80' y desde Europa, continente en que quedo guardado su más público secreto, regresa a chile con otro apellido DUBOIS, tras contraer matrimonio con un buen mozo francés, Claude Dubios.
Luego de muchos esfuerzos y sin sabores logran traer a Chile un pedacito de Francia y nace un lugar que alberga la posibilidad de reencontrarse con la noche y la vaudeville santiaguino, exterminado cruel y despiadadamente por el régimen militar.
Tan segura estaba Candí Dubois de sus encantos femeninos, que quizas experimentaba un secreto placer cuando percibía que alguien, inútilmente, buscaba pruebas para delatar su mítico pasado de travesti. Ella nunca se encargo de negarlo, no le merecía la pena. Más bien lo utilizaba a su favor: sabia que esa curiosidad morbosa era el mejor ingrediente del misterio que ella misma se había encargado de crear. "Mientras más oscuro es el pasado de una mujer, más interesante se vuelve".
La Candy que volvió de Paris es una mujer culta. Dominaba el ingles, el francés, el alemán y el italiano; había leído a Proust, a Stanislvsky y a todos los escritores rusos. Adoraba las biografías y memorizaba los detalles que convertían en seres excepcionales, a los personajes de novela.
La Candy Dubois, la vedette, que alguna vez fue hombre (supuestamente), la mujer a quien el grupo La ley dedicó la canción "Fausto" ("esa que vez es el/ esa que vez es ella", dice el tema), y ocupo el movimiento de sus curvas como figura central de una parte en el espectáculo del Festival de Viña, en el año 95'.
La dueña y culta anfitriona del Restauran "Le Trianon" la Femme fatales envuelta en plumas de colores, autora de aquella frase " Todas las mujeres somos enemigas".
Su participación en un video clip de Los Tres en que representaba a una maquilladora frenética, marco la llegada de la Candy a la televisión, poder que siempre había anhelado. Incluso canto en Hyatt, frente a una encopetada audiencia de señoras y caballeros pudientes que aplaudieron fascinados por este lujo exótico, con el grupo Los Chancho en Piedra grabo el video Guashiperry. Fue invitada a programas como Cóctel, Escrúpulo y Revolver, la entrevisto el doctor Daiber, apareció en el canal Rock and Pop y en revistas top.
También comenzaron a invitarla a toda clase de eventos en Casa piedra, un desfile de peinados en el Centro cultural Estación Mapocho, en un fiesta del jet set en la Ex-Oz, en todas parte lanzo un par de irreverencias dejando a todos perplejos.
Creo que sus máximos momentos de felicidad, eran sobre el escenario, donde se entregaba por entera, ahí era Vísceral al máximo, celosa de cualquier posible sombra, era muy difícil de hacérsela, ella se encargaba, luchaba con dientes y uñas...... y lo lograba.
Ahí en este lugar, una noche decidió desnudarse y con algunas de mira compartió con su publico, otro de sus secretos y dijo textual" y creo que las cosas en familia deben hablarse, y deben saber algo por mi propia boca. En estos momentos estoy atravesando algo muy terrible en mi vida, nunca pensé que tendría que explicárselo a mi gente. A raíz de un quiste en un brazo fui al medico, y me dijo que tengo cáncer linfático. Comencé a hacer mi quimioterapia y a lo mejor por un tiempo me voy a desaparecer". Y así fue.
Dejo los escenarios de este mundo, para debutar en un escenario infinito del mas allá. Alguien me dijo "la vieja fue diva de grandes escenarios hasta el ultimo." mostrándole la impresionante Basílica que abrió sus puertas para acogerla a ella y tan "especiales" amigos, muchos de ellos acudieron a despedirla.
Muchos artitas y poca familia, talvez el precio de nuestra alternativa de amar, muchos transformistas, casi todos presentes, con la cara limpia, dejando traslucir la huella del oficio, dejando de lado algunas rivalidades con los ojos tristes y vidriosos, como diciendo con angustia gracias por lo que me enseñaste y pude aprender al verte, haz sido una gran maestra, por que ella pasaba y dejaba una estela de admiración, nadie como ella sabia usar y sacar partido a los elementos, como una capa, una boa, la cola de un vestido o simplemente el guiño de un ojo....
Fuiste escuela y universidad en lo tuyo y a los sones de Alfonsina y el mar, emanados de una flauta traversa, y con un constante y espontáneos aplausos fue entrando el féretro cubierto con "aquella" capa plateada al crematorio, cerrándose junto con la puerta un capitulo en la vida de un gran personaje, que fue ejemplo de superación y constancia en lo artístico y musa inspiradora de muchos talentosos artistas y creadores del país.
Adios
Candy